Si necesitas que alguien despierte tu amor, siempre dependerás de esa persona para ser feliz, pues ser feliz y sentir amor es lo mismo. Tu amor no será libre jamás, estará encerrado en una jaula de necesidad. Creerás que conoces el verdadero amor, pero sólo conocerás el apego y la dependencia emocional infantil. El verdadero amor está más allá de una relación en particular y también la incluye. Si estás conectado con tu amor, nadie podrá sacártelo jamás. El verdadero amor no depende de otra persona, sino que es tu propia esencia divina. Mientras no descubras el tesoro que vive en tu corazón, andarás por esta tierra como un mendigo, buscando afuera lo que siempre has llevado dentro de ti.
La liberación del sufrimiento es real y posible. La alegría infinita es nuestro estado natural. Puros, inocentes, radiantes, brillantes, llenos de amor y luz, abundantes, libres e inmensos. Más grandes que el universo, pues el universo está dentro de la Conciencia que somos. Medita y profundiza en tu Ser, en donde te espera la satisfacción y la dicha que tanto anhela tu alma. ¡No está en el futuro! Recuerda cada día la triple A (AAA): Aquí, Ahora y Adentro. Sintonizarnos y encarnar la enseñanza espiritual es todo lo que necesitamos. Eso corrige y soluciona todo lo demás, no sólo de forma mágica, sino con acciones concretas provenientes de una claridad mayor. Conecta con el Conocimiento que purifica la mente y el corazón de toda la basura del sistema, la cultura del malestar, la sociedad, la historia personal y la ignorancia colectiva. ¡No te quedes solo! Comparte con otros buscadores verdaderos, otros caminantes sinceros, otros que sólo quieren la dicha y la liberación, como tú. ¡Juntos somos más fuertes! La unión desde la Verdad es imprescindible en esta época, para despertar de la hipnosis de la mente-personalidad. Trascender el estado egoico plagado de necesidades psicológicas y vivir desde la Luz radiante del corazón es posible para todo aquel que sienta el llamado de la paz en su interior. Es nuestra alegría y nuestra gloria sumergirnos en el estado del Ser y así poder compartirlo con el mundo entero.
Aprende a ser feliz contigo mismo, a reírte solo, a divertirte, a bailar. El planeta es tu casa, los seres humanos son tus hermanos. Está el sol, el cielo, los árboles, el fuego, el mar, la música, los Maestros. Hay belleza por todas partes. La vida florece desde la vida; abundancia y creatividad infinita. ¿Qué podría faltarte? ¡Tienes tanto! Todo está tan lleno de amor, color y alegría. Esta realidad tridimensional no podría ser más extraordinaria y milagrosa. ¡Qué experiencia increíble la de ser un ser humano! ¡Disfruta, disfruta, disfruta! No te preocupes por nada, no pierdas tu precioso tiempo. Permanece cada segundo conectado, con cada respiración. Anclado en tu corazón, ¡presente, vibrante, vivo, pleno, luminoso! Sin mente, sin tiempo. Tiempo es mente, vacío emocional e insatisfacción garantizada. Saborea cada momento, no te pierdas nada. Escapa del mundo conceptual mental y vive sintiendo, ¡intenso, silencioso y radiante! ¡Luz, luz, luz! Poderosa luz brillante en el corazón. Libre de miedo, libre de preocupaciones, libre de futuro, ¡libre y poderoso! Besa a la vida dulcemente, acaríciala y pasea de la mano con ella; siempre es ahora. Este es el romance eterno con tu propio corazón, el corazón de la Existencia. En este amor volverás a ser Uno y el sueño de la separación, la búsqueda y el sufrimiento habrá terminado para siempre.
Mientras pienses lo que piensas y sientas lo que sientes, seguirás vibrando como vibras y creando la misma realidad que estás creando. Enfócate en tu evolución conciente. Así cambiarás tus pensamientos, tus sentimientos, vibrarás más alto y naturalmente crearás la vida de tus sueños.
La paz viene cuando dejas de hablar en tu cabeza y te abrazas por dentro. La paz de Dios nos espera siempre en el silencio del corazón.
Ten confianza ciega en la bondad, sabiduría, protección y amor de la Vida-Dios. Jamás estás solo; te están cuidando todo el tiempo. Sea lo que sea que estés atravesando, ten la certeza de que todo -absolutamente todo- está siendo contemplado.
Eres inocente, puro, sagrado y santo. Siente el amor infinito en tu corazón y recuerda quién eres. Todo lo oscuro y negativo en ti es aprendido y, por lo tanto, se puede desaprender. Ver tu lado oscuro lo ilumina. Con un comprometido y dedicado trabajo interior de transformación y purificación, todo lo que no es original en ti se disolverá en la luz de tu Conciencia. Sólo lo real permanecerá.
Si no tienes amor, no tienes nada y si tienes amor, lo tienes todo. De hecho, si tienes amor vivirás digna y abundantemente, pues justamente es tu amor el que te impulsa a crear esa realidad. Tu amor no permite carencia, ni maltrato, ni nada que no sea una expresión de una energía pacífica y amorosa. Tu amor te hace actuar, tu amor te hace buscar y encontrar, tu amor te hace ser paciente, tu amor te hace confiar, tu amor es la poderosa sabiduría que te guía en el camino de la vida. Si creemos que nos falta algo, no es eso lo nos falta; lo que en realidad nos falta es amor. Cuando lo encuentras, sabes que lo tienes todo y eres rico para siempre.
Es posible para todos nosotros recuperar el estado natural de conexión con la Vida, así, con mayúscula. La Vida está viva, es sagrada y tan tremendamente hermosa que ninguna palabra de ningún diccionario de ningún idioma es capaz de describirla. Esa Vida es el néctar de nuestro corazón, la sustancia, el material del cual estamos hechos. Debido a los condicionamientos a los que fuimos sometidos desde nuestro mismo nacimiento, hemos creado inconcientemente una personalidad, que es una máscara psicológica que eclipsa el reconocimiento de nuestro ser natural. Cuando la semilla del despertar espiritual se activa, comenzamos a sentir que algo no está bien en nosotros mismos, comenzamos a percibir -de manera difusa pero a la vez irrefutable- la máscara y queremos quitárnosla de encima. Este es el proceso del autodescubrimiento y autotransformación. Nos sentimos atraídos a una búsqueda de una autenticidad más profunda, de un estado de ser más natural y así iniciamos el camino hacia nuestro propio corazón. Cada paso que vamos dando en esa dirección es sentido y nos va dando fuerza y claridad para continuar. El camino se pone cada vez más hermoso y apasionante. Cuando lo recorres, sabes intuitivamente que has encontrado el sentido de tu vida. Lucharás contra toda la oscuridad de tu propia mente, pero la Luz que vas conquistado es tan bella que ya no quieres ni puedes volver atrás. Esa Luz es tu verdadera naturaleza espiritual. Recuperarla es el único motivo por el cual sigues respirando.
No existe el drama. Todo está en nuestra mente por la influencia nefasta de la sociedad y su cultura estúpida, ignorante e inconciente. La verdad de la existencia es alegría infinita.
Los seres humanos tenemos un guía interior, como una brújula que nos dice qué hacer, hacia dónde ir, con quiénes estar. Es la voz de nuestra intuición, nuestra sabiduría innata, que se expresa a través del corazón ("tuve una corazonada", decimos). Tú sabes que está ahí, muchas veces la escuchas, pero muchas también no le prestas atención; la oyes, pero no la escuchas. Te enseñaron que tu mente (tus pensamientos) es lo más importante, lo más elevado. "Pienso, luego existo" es la mayor desviación de la humanidad. Más allá de tus pensamientos reside la sabiduría de tu ser. La mente duda, el ser sabe; no cree, sabe. Tiene certeza, porque está conectado a todo lo demás. Debajo de la aparente separación de las formas de este mundo hay un espacio sin forma, una conciencia ilimitada que nos une a todos y a todo. El puente para conectar con ella es el corazón, es como una autopista que te lleva directo allí. Por eso es imprescindible la sanación emocional, porque las heridas psicológicas bloquean el libre fluir de esta energía sabia. Sal de tu mente ruidosa, sana tu corazón, sigue a tu intuición. Ese es el camino de tu felicidad y de tu florecimiento.
Eres responsable en un 100% de tu estado interno y de tu vida. No en un 95% y del resto es responsable el gobierno, tu historia personal o tu pareja, que "te abandonó" (por cierto, no existe el abandono en la vida adulta). Para cambiar y estar mejor debes mirarte a ti mismo y hacerte cargo de tu realidad y de tu vibración. Así recuperas tu poder. Se necesita coraje, pues vas a ver muchas cosas que no te gustarán, que te dolerán. Pero no te preocupes por nada, pues si tu compromiso es auténtico, si de verdad quieres conquistar tu felicidad, la vida se encargará de traerte las situaciones y las personas necesarias para que recorras tu camino de regreso hacia ti mismo. Sigue a tu corazón, a la sabiduría que está más allá de la mente; esa es tu guía. Sabe que se puede, que una vida maravillosa está esperando por ti, que sentirte feliz como cuando eras un niño -y mucho más- es tu derecho de nacimiento. Tus padres te abandonaron física y/o emocionalmente, pero tú puedes sanar tus heridas. O te escuchas o te abandonas, es tu decisión. Busca ayuda, comprométete con tu luz y verás cómo se abren los caminos y cómo todo el universo conspira a tu favor.
La abundancia es el estado natural; la carencia es un condicionamiento psicológico-cultural. Trabaja la carencia, obsérvala, límala y verás: la vivencia de abundancia emergerá espontáneamente de tu interior y luego se proyectará sin esfuerzo en la pantalla de tu realidad.
Jamás de los jamases encontrarás la plenitud en otra persona. La plenitud es tu propio Ser.
¿Qué tal si ya no vuelvo a exigirme nunca más?
¿Qué tal si reconozco mi luz radiante de una vez y para siempre?
¿Qué tal si me trato con amor y dulzura, alentándome y animándome a volar cada vez más alto?
¿Qué tal si cuando me equivoco me comprendo y me corrijo amablemente, sin ser duro conmigo mismo pero tampoco condescendiente con mis condicionamientos?
¿Qué tal si a partir de hoy estoy siempre de mi lado y nunca más en mi contra?
¿Qué tal si cada día me despierto y me voy a dormir con una sonrisa y con gratitud en el alma?
¿Qué tal si no me preocupo nunca más por nada, si soy siempre fiel a mi corazón y confío plenamente en la bondad e inteligencia del Universo?
¿Qué tal si empiezo a ser verdaderamente feliz cada día de mi vida hermosa?
¿Qué tal si perdono, me perdono y me dedico a disfrutar y a hacer el bien?
Así es hoy y así será cada día de mi vida hermosa. Así lo decreto, con el poder del Cielo en mí, pues soy el único creador de mi realidad.
Aprende a darte amor a ti mismo, a contener tu sentimiento de vacío, carencia, falta, tu angustia existencial. Crees que es porque te falta algo del mundo, que te falta pareja o más dinero para viajar o comprarte una casa, pero no es eso. Lo que falta eres tú, te extrañas a ti mismo. Quieres completarte con algo del afuera, pero eso no es posible; jamás sucederá. Sólo podrás autoengañarte temporalmente, creyendo que eres feliz, pero en el fondo seguirás siendo un niño dependiente del amor de los demás o de ciertas circunstancias. La gente vive miserablemente, aferrándose a objetos o personas, como un niño se aferra a sus juguetes o a sus padres. Madura emocionalmente y te encaminarás hacia la verdadera libertad. Descubre quién eres. Cuando lo hagas te darás cuenta que no necesitas nada para sentirte completo, feliz y radiante. Te darás cuenta que tú eres la fuente de la felicidad. Redirecciona tu búsqueda, busca el tesoro en el lugar correcto, dentro de ti. El diamante está en tu bolsillo; el tesoro está en tu corazón.
Ámate y acéptate tal como eres. No te exijas nada, no te presiones y sobre todo, no te abandones, no abandones a tu corazón. Esto significa que permanezcas conectado emocionalmente, que sientas lo que sea haciendo espacio, sin juzgar qué está bien y qué está mal. Acompáñate a ti mismo en las buenas y en las malas. Cuando estás contento es muy fácil amarte a ti mismo, pero cuando estás triste la cosa cambia. Cuando te sientes solo, angustiado, carente, pobre por dentro, desolado, miserable; cuando estás perdido, perturbado, oscuro; cuando te sientes frustrado, fracasado o desesperanzado... allí es cuando más te necesitas a ti mismo. Allí es cuando más la mente se tiene que integrar al corazón. Allí es cuando tienes que ser fiel y leal contigo mismo y no abandonarte. Cuando comienzas a hacerlo de esta forma ves cómo el milagro del amor ocurre. Así es cómo tu autoestima existencial se forja como una espada al fuego y comienzas a fortalecerte desde tu mismo núcleo. Llevas la antorcha de la conciencia a la oscuridad de los sentimientos inconcientes, rechazados, negados y evadidos. Entonces, donde había tinieblas llega la luz, donde había una atmósfera densa y rancia comienza a respirarse aire fresco con aroma a flores de sanación y aceptación. Esto es alquimia sagrada, esto es ingeniería de transformación. Aprende a hacer esto dentro de ti mismo y tu vida dará un giro de 180 grados. Comenzarás a vivir en la Paz de Dios.
Tantas cosas para abrazar, para amar y para compartir. Que todos nos llenemos de Vida-Amor, que seamos canciones felices andando por la Tierra. Nada más hermoso que el Amor Incondicional, nada más hermoso que el Espíritu, integrando la materia. No se trata de rechazar nada, sino de incluir. La Conciencia que en verdad somos incluye, abraza y contiene todo, todos los sentimientos y estados de ánimo, todos los pensamientos, todos los cuerpos y todas las almas. Somos Uno con la apariencia de muchos; saberlo en el corazón es la belleza más grande.
No hay absolutamente nada de malo en ti. Todo lo negativo son programas psicológicos aprendidos de tus padres en tu infancia, transmitidos inconcientemente de generación en generación. No es la verdad de lo que eres. Ellos hicieron lo que pudieron, pero no fue suficiente, fallaron en tu crianza. Si hubiera sido suficiente, tu corazón estaría desbordando de amor y confianza. Ahora tu vida está en tus manos, ya no eres un niño, aunque interiormente sí. Aprende a darle amor a ese niño y crecerá sano y fuerte. Nadie más que tú puede hacerlo. Cuando creces por dentro, dejas de necesitar y pedir amor. Te conviertes en un adulto integrado psicológicamente, independiente y autosuficiente. Elimina los programas y el diamante de tu verdadero Ser brillará con su propia luz natural.
En meditación no hay nada que hacer, por lo tanto, nada puede salir mal. Sin expectativas, sin exigencias, sin análisis, sin reflexiones, sin pasado, sin futuro. Simplemente observar, simplemente Ser.
No esperes a ser anciano para abrir tu corazón y decirles a tus seres queridos cuánto los amas; diles ahora, hoy mismo. Actualiza tu expresión de amor, ponte al día y mantén tu amor fluyendo como un río cristalino. El amor que guardas es el dolor que cargas. Sé lo que eres en verdad: un río fresco y transparente de amor incondicional. El río, el océano y el agua. Tres en uno: Padre, Hijo y Espiritu Santo. Jamás te avergüences de amar. Eres un Príncipe o una Princesa del Amor. Reclama tu herencia divina, abre tu corazón y toda tu existencia brillará resplandesciente.
Tenemos tanto miedo a sentir nuestro dolor que no podemos abrir nuestro corazón y amar. Por miedo a mostrar nuestra vulnerabilidad permanecemos cerrados, carentes, necesitados y defensivos. Eso no es vida, es sólo supervivencia biológica. Ábrete al más profundo dolor psicológico; no te aferres a nada ni tapes nada. Así podrás ir más allá de tu mente y conectar con el amor incondicional. Para llegar a la luz es necesario atravesar la oscuridad. La verdadera vida es eterna y está más allá del miedo. Atraviesa los valles de las sombras y descubrirás las playas paradisíacas del Ser.
Este es un parámetro para medir tu verdadera autoestima, la autoestima existencial: imagina que estás solo en el mundo, que no tienes ninguna posesión en absoluto -más que la ropa que llevas puesta- y no conoces a absolutamente a nadie. Observa cómo te sentirías. Esa es la medida de tu autoestima existencial, es desapego total.
Cuando sientes el Amor en tu corazón clara y profundamente, toda la dirección de tu vida cambia. Es tal Su belleza, dulzura, paz y poder que cualquier cosa de este mundo carece de importancia ante Su infinita presencia. Tu existencia comienza a girar en torno a él, reorientas el barco de tu vida hacia Sus mansas y cálidas costas. Ya no hay marcha atrás. Has regresado a tu Hogar y, aunque haya sido sólo por unos instantes, fueron suficientes para recordar lo que se siente. Sabes que nada puede darte tal satisfacción, tal vivencia de plenitud, realización y gozo. Ya no hay marcha atrás, sólo anhelas flotar en las benevolentes aguas del silencio. Quieres escapar de este mundo virtual y a la vez seguir permaneciendo en él, pero desbordando de ti mismo. Ese es el mayor milagro de la existencia, el verdadero despertar espiritual. El Amor te está esperando dentro de ti. Ya fue suficiente de ilusiones, escucha Su dulce llamado y emprende ahora tu camino de regreso a Casa.
Asegúrate de estar en el camino correcto, con las personas correctas. Busca hasta encontrar los recursos, la claridad y la certeza necesarias para avanzar hacia la libertad. No es un sendero recto, subes y bajas, pero viendo el panorama completo cada vez estás más alto. Le vas ganando terreno a la mente dramática. Cada vez te integras más
psicológicamente. Esto es que cada vez eres más tu amigo en vez de ser tu enemigo y eres más amigo de la vida en vez de pelear contra ella. Ganas en comprensión, conocimiento, intuición, tranquilidad y amor. Cada vez te alejas más de la mente popular condicionada y mediocre. Tu conciencia se refina y se expande más y más; vas madurando en sabiduría. Claro, la mente quiere sabotearte permanentemente, sin descanso. Se pone más aguda, sabe dónde golpearte para que no reconozcas tus avances, conoce tus puntos débiles. Por eso trabaja mucho en tu autorreconocimiento, en verte claramente. Y no te alejes de la meditación. Sumérgete todos los días en tu propio interior. Siéntate en silencio, observa los pensamientos, sé el testigo del tráfico mental. Una y otra vez durante el día vuelve a cero, a tu verdadera posición, al espacio silencioso de conciencia pura, a la presencia Yo Soy. Una y otra vez date cuenta de que estás vivo, de que existes sin agregarle nada, que existes aquí y ahora más allá de cualquier pensamiento y situación, más allá del espacio-tiempo. Te estás moviendo de persona mortal a presencia inmortal. Todo el Universo te acompaña en este proceso. Eres parte de la ola expansiva de conciencia despertando en el planeta. No estás solo, jamás lo estuviste y jamás lo estarás. Es el impulso evolutivo de la existencia el que te está arrastrando amorosamente. ¿De dónde crees que proviene tu anhelo de libertad? Algo lo puso ahí, algo puso esa semilla que está germinando en tu interior. Así que, ¡nunca te rindas! Continúa y continúa; sepárate cada vez más de la mente. Despierta de la hipnosis que consiste en estar pensando inconcientemente todo el día. Vuelve a tu corazón, a tu lucidez, una y otra vez. No eres la voz en tu cabeza, sino la silenciosa presencia que la observa. Eres inmenso, ilimitado. Vuelve al infinito que eres una y otra vez. No creas en el tiempo psicológico, en el pasado y futuro. Ánclate en el aquí y ahora eterno. No hay metas en la vida más que comprender que no hay metas, que el tesoro es la vida misma y que ya estás vivo, ya estás aquí, ya estás conciente. ¡Ya eres tú mismo! ¡El tesoro eres tú! En esta realización debes profundizar. Reposa en la paz y plenitud de tu corazón. Es el camino desde la autoestima al amor infinito. Este es nuestro camino. Hay que atacar por los dos frentes a la ignorancia. Autoestima y meditación. Integración psicológica, el corazón como jefe y la mente como sirvienta. Conciencia de ser conciencia perfecta, eterna e infinita aquí y ahora. No te preocupes por nada, todos los ríos llegan al mar. Sé un río feliz y conciente.
¿Qué estás haciendo en la Tierra? ¿Para qué vives? Pasa el tiempo y el cuerpo va muriendo poco a poco. Elévate en la verdad, el amor, la paz, la unión y la cooperación. Trabaja en la purificación de tus energías bajas, como el miedo, la culpa, la angustia, la ira, la lujuria y la carencia emocional que lleva al apego y a la dependencia. Acecha a tu mente; observa, observa, observa a tus pensamientos y toma distancia. No desperdicies otra encarnación. Nada tiene sentido si no estás encaminado hacia la verdad espiritual, el amor incondicional. Y cuando te encaminas, tu luz brilla cada vez más fuerte, iluminando todo a tu alrededor.
¿Ya meditaste hoy? Que tu mente no tu engañe, no necesitas futuro para ser. Lo que buscas está aquí y ahora, en el silencio de tu corazón... ¡eres tú mismo! Olvídate de todo, no le creas a la mente, escapa del laberinto mental de promesas falsas. ¡Te dice que en el futuro hay algo, pero no hay nada! El futuro es un desierto, una fantasía mental que nunca jamás llegará. La savia de la vida está aquí y ahora, eres tú mismo. Bebe de tu propio néctar, pues es lo único que necesitas. Este viaje en la Tierra dura una fracción de segundo. ¡Disfruta! No te preocupes por nada. Cuando te vas de viaje no te la pasas preocupado por las cosas, sino que disfrutas de cada momento, de cada encuentro, de cada color, de cada aroma. ¡Sé aventurero, inocente y viaja liviano! Permanece maravillado por la psicodélica belleza de este planeta. No desperdicies tu tiempo preocupado por pequeñeces. ¡Sé amplio! Eres un tesoro andante, un sol moviéndose en el mundo. Reposa en la paz de tu corazón. No mente, no miedo, no sufrimiento, ¡no muerte! No mente es ahora. Y ahora es felicidad, expansión, gozo, eternidad. Eres la luz del mundo. Eres inmenso, siente tu propio brillo espiritual, llénate de tu propio amor e irradia esa magia inmortal a donde quiera que vayas en este hermoso día y cada día de tu vida.
Oponerse a lo que es, es locura. Lo que es, es; el ahora es inevitable. Lo que está siendo, está siendo. La aceptación abre las puertas de la paz y de la fluidez en amor y abundancia.
El sentido de drama y tragedia no existen en la naturaleza, sino que son producto de una cultura autodestructiva e ignorante de la verdad espiritual. Observando que el drama es sólo una macabra historia que nos contamos inconcientemente a nosotros mismos en nuestra cabeza, podemos dejar de alimentar esos malvados pensamientos y liberarnos de esa oscura experiencia auto-creada. Lo que descubrimos más allá de esta historia de terror es la libertad, la paz y el amor que son la verdadera esencia de la vida.
Cada vez que juzgas a alguien estás diciendo inconcientemente: "Yo soy mejor que tú". Si te sientes superior a alguien es porque te sientes inferior a alguien más. Quien vive enraizado en su ser no juzga, no compite, sólo rebalsa de dignidad. No necesita compararse, simplemente es feliz siendo él mismo.